Las Aventuras de M. Vieux-Bois - Rodolphe Töpffer -E

Las Aventuras de M. Vieux-Bois (2015)
Rodolphe Töpffer

Aunque son muchos los que tienden a establecer el nacimiento del cómic en las tiras americanas de finales del XIX, lo cierto es que fue un versátil artista suizo el artífice de tan fabulosa invención. En 1827, el ginebrino Rodolphe Töpffer (1799-1846) concebía la primera de sus histoires en estampes –como las dio en llamar–, abriendo una original vía a la experimentación artística sobre la base de la cooperación entre texto e imágenes; una vía de innegable perspectiva popular y que tantos otros –y con tanto éxito– habrían de transitar.

Y es que en Töpffer, en su obra, encontramos, y advertimos fácilmente, muchos de los elementos principales del arte que hoy se conoce –al menos, popularmente– como cómic. Y su propio autor, aun cuando utiliza la equívoca fórmula histoires en estampes, aun cuando califica sus propios dibujos de garabatos, sinsentidos gráficos o pequeñas locuras, es consciente de haber creado una nueva forma de narración híbrida, una forma que romperá las fronteras del tiempo y del espacio, y que llegará a obtener, y por derecho propio, la calificación de arte. Tan consciente será Töpffer de sus potencialidades, que llegará incluso a teorizar sobre el nuevo medio (su Essai de Physiognomonie bien puede considerarse el primer texto teórico sobre el arte del cómic).

No es de extrañar pues que su obra despertara la admiración de personalidades de la modernidad y clarividencia de Goethe, Gautier, Jarry o Le Corbusier. O que en los últimos años hayamos asistido a los esfuerzos de algunos editores e investigadores por recuperar su legado. La lectura y el análisis de la obra de Töpffer revelan no solo su sorprendente modernidad, en relación con el medio que la produce–, sino también, y ante todo, su plena vigencia –tal, que Chris Ware cree estar ante un contemporáneo–, la lección que sigue emanando de su examen y que hace válida la sutil paradoja enunciada por Spiegelman y ratificada por el propio Ware: el futuro de los cómics está en el pasado.

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Rodolphe Töpffer

Rodolphe Töpffer

Biografía

Rodolphe Töpffer nació en Ginebra (Primer Imperio Francés) el 31 de Enero de 1799. fue un pedagogo, escritor, pintor y caricaturista suizo, considerado el padre de la historieta moderna por bastantes teóricos, asemejándose más sus obras a la novela gráfica que a las manifestaciones que le seguirían.

Se formó en París y escribió principalmente en francés.

Trabajó primero como profesor y se casó el 6 de noviembre de 1823 con una amiga de su hermana Ninette, Anne-Françoise Moulinié (1801-1857), de la que tendrá cuatro hijos: Adele-Françoise (1827-1910), el último descendiente directo, que legó a la ciudad de Ginebra todos los manuscritos de su padre; François (1830-1870); Jean-Charles (1832-1905) y Françoise-Esther (1839-1909). Un año después, en 1824, montaba un internado en el que acogería a estudiantes de toda Europa.

En 1827, en parte para entretener a sus alumnos,​ realizó un pequeño álbum titulado Les Amours de M. Vieux-Bois, aunque no lo publicó hasta diez años después. A partir de 1829 empezó a publicar este tipo de albumes con historietas.Son álbumes de formato horizontal, dirigidos a lectores adultos, con una tira de viñetas por página y una o dos líneas de texto al pie de cada viñeta, caracterizados por su espontaneidad y trazo suelto. Los álbumes de Töpffer tuvieron mucho éxito y fueron editados en Francia, Alemania y EE. UU., generando multitud de imitaciones.

Son álbumes de formato horizontal, dirigidos a lectores adultos, con una tira de viñetas por página y una o dos líneas de texto al pie de cada viñeta, caracterizados por su espontaneidad y trazo suelto. Los álbumes de Töpffer tuvieron mucho éxito y fueron editados en Francia, Alemania y EE. UU., generando multitud de imitaciones.

Falleció en Ginebra (entonces ya Suiza) el 8 de Julio de 1846.

Bibliografía

• Las Aventuras de M. Vieux-Bois  (Les Amours de M. Vieux-Bois) (1912) 

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Faebascalino y Cansado

Faebascalino y Cansado

Allá por los años 50, apareció una revista para niños llamada DDT, con historietas de diversos personajes. Una de las secciones tenía por nombre Diálogo para besugos, y era un diálogo sin sentido entre dos personas, cuyo guión lo confeccionaba un celebre guionista radiofónico : Armando Matías Guiu.

No grites, no ofendas, no juzgues, no humilles. Se noble, integro, sincero.
Los gritos son señal de debilidad, la humillación es señal de pobreza interior.
La calumnia es señal de envidia, la agresividad es señal de inseguridad.
El verdadero liderazgo se logra cuando se es íntegro,  humilde, sincero, equitativo, leal y ético.
No griteis políticos, aplicaros el cuento, que ultimamente vais muy revolucionados, y trabajar un poquito más por la concordia.

Cansado : Buenas noches
Febascalino : Buenos días
C. O sea, unos políticos como nosotros para que resolvamos....
F, ¡Vamos! ¡Vamos!. Que estamos en los toros tranquilamente disfrutando de nuestras cosas y ahora nos llaman a resolver... ¡Vamos!. 
C : ¡A resolver problemas de tráfico, vamos, que hemos tenido que dejar la corrida a medias!. Que a ver quien me paga la entrada ahora.
F. ¡Manga por Hombro! ¡ Y nos mandan a arreglar el tráfico!
C. . O sea, es que, claro, es que los alcaldes son unos burros, joer...
F. ¡Burros, burros!
C.¿Es que no pueden ni resolver el tráfico, que tienen que venir dos políticos a arreglarles el tráfico?
F.Están a su rollo, allí, y tenemos que venir a arreglarles el tráfico. Pues muy bien, pues muy bien, pues arreglamos el tráfico…
C.: —¡Profesionales! Lo mismo arreglamos…
F.: —¡Profesionales! Ocho que ochenta, nos da igual, sí señor, un roto que un descosío, nos da igual…
C.: —¡Profesor, perdone! ¡Profesor, perdone!
F.: —Es que… ¡El tráfico! ¡El tráfico! Pero bueno…
C.: —Profesor, es que dice: «No, es que en las grandes ciudades hay muchos atascos, y la gente no circula, hay muchos atascos». ¡Pongan ustedes los semáforos en verde, hombre!
F.: —¡Y ya está, y solucionado el problema! Pim pam, pim pam, todo el mundo circulando. O todo el mundo a trabajar a las cuatro de la madrugada, que no hay ni Dios.
C.: —Y cuando nosotros vamos a trabajar al congreso a las seis de la mañana… ¿Quién hay?
F.: —Nadie, nadie… ¡Pues todo el mundo a trabajar los domingos…!
C.: —A las seis de la mañana.
F. —A esa hora mejor salir a cazar, después de un buen desayuno.
C.  —Oye, es verdad, ¿no teníamos que arreglar eso?
F. —Yo ya tengo un boceto preparado. Se levanta uno tempranito, a eso de las cuatro todos los días.Come uno algo, un buen cocido madrileño o una paletilla de cordero, por ejemplo, y se coge el todoterreno y a cazar perdices y conejos, hasta las ocho, que el párroco ya nos tiene preparada la misa de ocho.
C. Eso, y después a televisión a criticar  y poner a parir a los contrarios, que para eso están.
F. Pero ¿no íbamos a eliminar los canales de televisión autonómicos?
C. ¡Vamos a los nacionales, tonto, que me gusta como me hacen la pelota!
F. Vale ¿Y lo de las procesiones?
C. Tranquilo, que las dotaremos con más fondos.
F. Y que no solo haya en Semana Santa, sino como mínimo una cada mes en todos los pueblos.
C. Esas que las paguen los alcaldes que no sean de los nuestros.
F. Y obligados por ley, con fuertes sanciones si no cumplen.
C. Eso, eso, que sepan quien manda en el sur y pronto en los cuatro puntos cardinales, o cardenales, que mandan más.
F. Hablando, hablando se nos ha pasado el tiempo y la corrida ya ha acabado, pero al lado de la plaza hay un restaurante que hacen un rabo de toro muy bueno. ¿Te animas?
C. Para eso no hay que animarse. Vamos y otro día arreglamos lo del tráfico.
F. Si es que valemos para todo.

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