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martes, 25 de junio de 2019

Julio Verne

Julio Verne

Julio Verne




Biografía


Jules Verne nació en el barrio Île Feydeau de Nantes (Francia) el 8 de Febrero de  1828, y falleció en Amiens el 24 de Marzo de 1905 (77 años).
Era el mayor de los cinco hijos que tuvo el matrimonio formado por Pierre Verne, que procedía de una familia vinculada a la jurisprudencia (su abuelo fue consejero notario de Luis XV y presidente del Colegio de Abogados de Nantes), y de Sophie Allotte de la Fuÿe, perteneciente a una familia de militares. Su hermano Paul nació un año después de él, y sus tres hermanas, años más tarde: Anna, en 1837; Mathilde, en 1839, y Marie, en 1842. En 1839 ingresa en el colegio Saint-Stanislas donde demuestra su talento en geografía, griego, latín y canto. Cuando terminó su primer ciclo de estudios su padre, Pierre Verne, le regaló a él y a su hermano, Paul, un foque de vela con el que planearon descender por el Loira hasta el mar; sin embargo, Julio declinó al momento de emprender la aventura ya que no había sido suficiente la planificación del viaje.
Fue un escritor francés considerado el fundador de la moderna literatura de ciencia ficción. Predijo con gran precisión en sus relatos fantásticos la aparición de algunos inventos generados por los avances tecnológicos del siglo XX, como la televisión, los helicópteros, los submarinos o las naves espaciales. 
La vida de Julio Verne es aparentemente una sucesión de decisiones sensatas: estudió derecho siguiendo la tradición familiar, contrajo matrimonio con Honorine Hebe du Fraysse de Viane, una viuda rica y logró una posición acomodada y sólo cuando su arrollador éxito se lo permitió se dedicó en exclusiva a la literatura.
Esta acomodación burguesa, sin embargo, no fue fruto espontáneo de un carácter dócil. A los once años, enamorado de una prima suya, se embarcó en un barco que partía a las Indias con la romántica idea de traerle un collar de coral. La aventura fue abortada en el último segundo por su padre, que le propinó una paliza; ello y el posterior desdén de la prima alimentó al parecer la misoginia de Verne y una secreta rebeldía que, incapaz de manifestarse en la sociedad bienpensante, hallaría un cauce de expresión en la desbordada fantasía de su literatura.
Pero si bien puede considerarse a Verne un náufrago en la monotonía de una sociedad prevenida frente a los productos de la imaginación y desconfiada hacia el genio, no menos cierto es que, quizás para burlar tales suspicacias, su aislamiento y sus ensueños literarios fueron siempre razonables. Tras su primera aventura infantil, descubierta y sofocada, Julio Verne aprendió la lección y no volvió a rebelarse salvo en sus libros, pero de un modo críptico y elusivo. Como si temiera decir demasiado y le aterrorizara lo explícitamente inverosímil, heterodoxo o provocador, el autor se apresuraba a exorcizarlo por medio de demostraciones destinadas a confinar la rareza en los límites de la razón humana. Así, lo visionario quedaba arrinconado en beneficio de lo razonablemente posible considerando el ritmo de los avances técnicos de la época. Y la fe en el progreso se hermana en sus héroes con el valor, la inteligencia y la bondad, siempre triunfantes sobre la ignorancia y la estrechez de miras.
Tal polaridad definió la etapa de su vida previa a su consagración literaria, en la que alternó la literatura con el obligado cumplimiento de sus deberes. A los ocho años ingresó con su hermano Paul en el seminario Saint-Donatien. Más tarde estudió filosofía y retórica en el liceo de Nantes y viajó a París para seguir la carrera de leyes, cumpliendo con ello los deseos de su padre, el abogado Pierre Verne. En 1848 comenzó a escribir algunos sonetos y textos de teatro, y dos años más tarde aprobó su tesis doctoral de derecho y optó por la carrera de letras.
Sus inicios literarios fueron difíciles; sus piezas de teatro no tuvieron una divulgación importante, y recurrió a la docencia para sobrevivir. Desde 1852 hasta 1854 trabajó como secretario de E. Seveste en el Théâtre Lyrique, y publicó algunos relatos en Le musée des familles, como Martín Paz (1852). En 1857 se convirtió en agente de bolsa y empezó a viajar; visitó Inglaterra, Escocia, Noruega y Escandinavia, y continuó sus escritos. En 1859 contrajo un matrimonio que no cabe juzgar sino como de conveniencia; Verne mantuvo su misoginia más allá del mismo, igual que la relación con su padre (opuesto a su veleidades literarias) fue y seguiría siendo siempre conflictiva: alcanzada la independencia económica, jamás volvió a poner los pies en el hogar paterno.
Posteriormente conoció al editor Hetzel, quien se interesó por sus textos y le publicó Cinco semanas en globo (1863), obra que lo lanzó al éxito y lo estimuló a proseguir con la temática de la novela de aventuras y fantasía. El mismo editor le encargó una colaboración regular para la revista Magazine d'éducation et de récréation, y en poco tiempo alcanzó una gran celebridad. Aprovechando sus conocimientos geográficos, adquiridos a través de numerosos viajes por Europa, África y América del Norte, y su entusiasmo por la revolución tecnológica e industrial, Verne se convirtió en un especialista de los relatos de viajes y aventuras de corte científico. Su dominio de la tensión dramática le permitió combinar extravagantes situaciones y momentos poéticos en una prosa ligera y amena.
Inmediatamente se enfrascó en la redacción de Viaje al centro de la Tierra (1864), para lo cual se aplicó a la geología, la mineralogía y la paleontología. Las detalladas descripciones de animales antediluvianos maravillaron a los expertos, poniendo de manifiesto su extraordinaria intuición científica. Su tercer gran libro fue De la Tierra a la Luna (1865), cuya publicación despertó tal entusiasmo por los viajes espaciales que su despacho se inundó de cartas solicitando reservas para el próximo viaje lunar. La novela se ocupaba tan sólo de los preparativos del viaje, y su extraordinaria acogida indujo al autor a completar la historia con su segunda parte, Alrededor de la Luna (1870), que relata el viaje propiamente dicho.
A estas obras siguieron otras muchas, siendo un escritor realmente muy prolífico y sin que pareciera que se le fuera a terminar nunca su gran imaginación. Julio Verne es uno de los escritores más importantes de Francia y de toda Europa gracias a la evidente influencia de sus libros en la literatura vanguardista y el surrealismo,​ y desde 1979 es el segundo autor más traducido en el mundo, después de Agatha Christie.​ Se le considera, junto con H. G. Wells, el «padre de la ciencia ficción».​ Fue condecorado con la Legión de Honor por sus aportes a la educación y a la ciencia.

Bibliografía


 Novelas 



 Relatos 


 Antologías